No pierdas la paz.
Cuando caminas lo puedes hacer por distintos senderos.
Puedes caminar por sendero rocosos tropezando,
rodando, lastimando tus pies,
pero no por eso debes perder la paz de tu alma.
Puedes caminar por sendero oscuros
donde las tinieblas no te dejen ver el camino,
donde necesites encender una vela,
caminar a tientas, sin rumbo,
pero no por eso debes perder la paz de tu alma.
Puedes caminar por senderos enlodados,
ensuciando tus pies, salpicando tus ropas,
resbalando una y otra vez, pero no por eso
debes perder la paz de tu alma.
Puedes caminar por senderos donde el peligro aceche,
poniendo a tu vida en peligro,
pero no por eso debes perder la paz de tu alma.
Puedes, también, elegir caminar sólo por senderos floridos,
pero eso no hace crecer a las personas.
Las distintas experiencias, las caídas y tropiezos,
la soledad y el engaño te ayudarán a madurar
y a aprender a diferenciar entre el bien y el mal,
porque si no conoces el mal
¿Cómo sabrás que es el bien?
Si no conocieras el infortunio
¿Cómo sabrías que es la felicidad?
D/A