
Finales de partida
Partiré junto a ti. Mis daños son las flores de un pequeño cerezo que crece con el alba.
Le lanzaré flechas, si declina, a la tarde. Pagaré los tributos de los ríos con mil piedras preciosas arrojadas al agua.
No volveré a mi tierra, a la estancia de jade de la noche.
Vendrá la lluvia de puntillas. Iniciarán su vuelo las aves que devora esa melancolía que estremece a los vivos.
Interpretaré los sueños de los tigres que gozan en la hierba.
Atizaré la hoguera de los astros con mis dedos de sándalo.
Mientras talo el dolor del árbol de mi cuerpo, rama a rama, yo partiré contigo. Sin armas, sin escudo,
sin otro ejército que mi afligido corazón, ribazo del estanque de una tristeza sin regreso.
 

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