
La estampa de los olvidados
En la cruz murió el hombre un día, Pero se ha de aprender a morir en la cruz todos los días…
José Martí (El presidio político en Cuba)
Fui a la muerte sin zapatos ni virtudes, lejos de sombras y huesos, cáscara de lamentos. Envejecí en tres días y dos noches secundando los pasos de las calles ausentes. No me vi titubear cuando la rosa me pidió un deseo. Ayer fui un árbol lamiendo sus raíces, caudal de libros estacionando pájaros, desventuras de una enciclopedia. Ayer fui un eclipse de gaviota lanzando a sus adentros cuatro vientos de marea. Hoy soy solo una estampa en la vida de los olvidados.
Claudia Casal Toledo

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