Niño querido
Niño querido: ya viene el sueño por el camino de los luceros. Ya se sienten galopar sus caballos
El sueño cruza tierra dormidas, y de repente dobla tu esquina.
Por tu calle ya se ve su carroza de papel. Niño querido: el sueño avanza y se detiene frente a tu casa. Ya levanta tu aldabón con su mano de algodón.
Ya se oye al grillo que, con su llave
le abre la puerta para que pase.
Y el viajero llega a ti con su paso de alelí.
Francisco Luis Bernárdez
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