Mi soledad y algunas amargas
experiencias me llevaron a hurgar en
las palabras, conocerlas y manejarlas
de tal modo que mis heridas
sangrantes aparecieran como rojas
corolas salpicadas de fresco rocío.
Ese mundo oculto entre líneas
es muchas veces, "Dios lo sabe",
el grito amordazado de mis dolores,
disfrazado de arco iris, perlas y melodías…
húmedas con la sal que mojan mis ojos
la noche entera…sin encontrarte
Dicen que la amistad es un amor que
nunca muere… Dicen también que
la distancia y el silencio no son olvido…
pero el amor se alimenta de caricias
aunque sólo sean palabras para el alma
y cuando esas palabras se ausentan
suceden las nostalgias.
Porque mi alma se acostumbró a tantas
palabras de miel y terciopelo… y después
me quedo sola buscándote en las sombras,
se vuelven sosos mis versos y amargo mi sino.
Son mis quereres la razón de estas letras
y aunque solitarias, salen tibias y suaves,
porque conocen el camino para llegar hasta
las puertas de tu alma, y así, recorrer juntos
los amores de poetas, las estrofas y los
cantos que dictan mis sentires…
La razón de estas palabras es una
vieja melancolía que aflora en el silencio
de las noches solitarias, en que tu sonrisa
se queda detrás del cristal de mi ventana
y no logro descifrar su mensaje callado
Hay todo un mundo de vocablos que me
dictan mis sentires y van quedando entre
líneas pidiéndote un poquito de ternura
para aplacar mi sed de amigo.
Por eso, bendigo este silencio, porque sé
que está guardando una amistad del olvido…
Ninfa Estela Duarte