Aun, si me fueras fiel,
me quedas tú en el mundo, sombra amada. Muere el amor, mas queda su perfume. Voló el amor mentido, más tú me lo recuerdas sin cesar... La veo día y noche. En mi espíritu alumbra el encanto inefable de su mirada de secretos llena. Arde en mis secos labios el beso de unos labios que me inflaman, que me toca invisible, y cerca de mi cuerpo hay otro cuerpo. mis manos, amoroso, extiendo para asirla y matarla de amor entre mis brazos, y el cuerpo veloz huye, ¡Y sólo te hallo a ti, mujer de aire!
|