Dice El Maestro:
Si el camino es muy difícil, procura oír a tu
corazón. Procura ser lo más honesto posible
contigo mismo, mira si realmente estás siguiendo
tu camino, pagando el precio de tus sueños.
Si aún sigues recibiendo golpes de la vida,
llega un momento en que es preciso quejarse.
Hazlo con rspeto, como un hijo se queja
a un padre, pero no dejes de pedir un poco
más de atención y de ayuda.
Dios es padre y madre, y los padres siempre
esperan lo mejor de su hijo.
Puede ser que el aprendizaje esté siendo
demasiado duro, y no cuesta nada pedir
una pausa, un cariño.
Pero nunca exageres, Job se quejó en el momento
oportuno y sus bienes le fueron devueltos.
Al Afid se acostumbró a quejarse por todo
y Dios dejó de escucharlo.
Paulo Coelho