No existe una vida feliz, tan sólo momentos felices... Aprovecha cada mirada, abrazo o beso; son momentos únicos, que permanecen por la eternidad... Vivir el momento presente aporta plenitud a la vida. Tener consciencia de que el pasado ya no vuelve y el futuro depende tan sólo de lo que decidamos hoy, en este exacto momento.

La clave de la felicidad está dentro de nosotros: el libre albedrío. Decisiones que vienen en torbellino y modifican toda una existencia... ¡No lo difieras, no temas vivir! No hay certidumbres, tan sólo tentativas. Todo depende de lo que tú decidas en este exacto instante. Cada día tiene su secreto: delicioso, mágico. La realidad es opción tuya, ¡haz que sea de provecho!

¿Modificar a los demás? ¡Solamente si la otra persona lo desea! En caso contrario, déjalo. Es energía perdida. El secreto está en la aceptación, limando aristas... Ahora bien, si el lado sombra del otro empieza a incomodarte y los defectos saltan a la vista sin parar, bueno... ¡Es el momento de darse un tiempo!

¿Miedo a los cambios? Es un atraso de vida. Son transformaciones para nuestro crecimiento personal, experiencias para mejorarnos como individuos. Miedo de conducir, miedo de separarse, miedo de tener hijos, miedo de buscar un nuevo empleo, miedo de viajar, miedo de enamorarse, miedo de sentir emociones, miedo de querer a alguien, miedo de que no salga bien, miedo de aceptar desafíos, ¡miedo de vivir!

¿Vale la pena? ¡Dejar de aprovechar las oportunidades de la vida, por puro miedo! ¿Puede suceder el intentarlo y que no salga bien? Sí, puesto que el futuro sólo a Dios pertenece. Pero si realmente quieres, si lo deseas con toda el alma, ¡arriesga! No sientas culpas, piensa en tu felicidad. No importa la duración, sino la intensidad de los sentimientos. Prefiere mil días en uno a un día en mil. ¡Prográmate para dar el cambiazo a tu vida!

Permite que tu alma hable más alto. El corazón tiene razones que la propia razón desconoce. No se pide el enamorarse de Juan o de Pedro, simplemente sucede... Y sin motivos lógicos. En un guiño, en una sonrisa, en un juego inocente, en la fila del supermercado, en Internet... ¿Será para siempre? No hay cómo saberlo... Es una experiencia. Las personas están en constante mutación. Como decía el poeta: Que el amor sea eterno mientras dure. Sin reproches...

La realización profesional tiene lugar si trabajamos con pasión, en una actividad que nos completa. Trabajar con energía, implicándose, en aquello que nos gusta, aporta bienestar, alegría de vivir y equilibrio. Como todo aquello que se hace con el corazón abierto...
Allí donde colocamos la energía llamada amor, las flores se dan, hay frutos, y retorna lo doble. Y el amor, amigo mío, es incondicional...

Ten vida propia, actualízate, vuélvete interesante. ¡Ve al cine, haz ejercicios, estudia, trabaja como voluntario(a)! ¡Ve a la lucha! No pongas la disculpa de la edad, de los hijos, el marido, la madre. Tú eres el único responsable por tu vida. ¡Realiza tus sueños, vive intensamente, sin miedo de ser feliz!