MADRE
Huele tu nombre Madre
a flor silvestre y sencilla,
a ropa recién lavada,
a mesa recién servida.
A nostalgia de otros tiempos
cuando por nada reía
Suena tu nombre Madre
a campanario de iglesia
llamando en domingo a misa,
al tarareo de un tango
que se mezcla con el canto
del agua de la canilla.
Sabe tu nombre Madre
a añoradas comidas
humeando en altas ollas
en tu humilde cocina,
a frutas recién cortadas
a dulces y tortas ricas.
Cuando pronuncio tu nombre
recordando tus caricias,
tus besos al acostarme,
tus regaños y tus risas,
quiero volver a ser niña
y dormirme en tus rodillas.
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