La lluvia y tú
Llegó la triste noche oscura; pasó la lluvia y no llegaste. Para endulzar tanta amargura no habrá miel rubia que me baste! Llegó la noche, pasó la lluvia Y no llegaste.
Después nos quisimos, es cierto, y hasta casi olvidé ser triste; pero esa amargura no ha muerto; junto a tu fiel recuerdo existe: Vino la lluvia, se fue la lluvia Y no viniste.
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