"Nada puede igualar la velocidad de la luz, por esto se puede decir que la luz es la más perfecta de todas las criaturas de Dios. En efecto, la rapidez es un criterio de perfección. Si vuestro pensamiento va al ralentí, no podéis confiar en él, porque es incapaz de daros rápidamente una visión justa de la situación ni tampoco la solución para afrontarla, y podéis tener un accidente o caer en una trampa. Asimismo, si permitís que se instale la lentitud en vuestra vida psíquica, todo se vuelve mucho más difícil: sentís que os estáis estancando, que perdéis el placer por las cosas. La luz es una medida, un criterio. Como es pura, desinteresada y libre de toda carga, siempre llega la primera y se introduce en todas partes. Si queréis explorar el corazón humano, explorar el universo y todas las riquezas del Alma universal, buscad interiormente alcanzar la rapidez y la intensidad de la luz."
Omraam Mikhaël Aïvanhov |