¡Padre Celestial!, permite realizar añorado proyecto en este mundo terrenal a fin de justificar mi presencia como hombre responsable ante mi familia, mi comunidad y ante mi país
¡Padre Celestial!, protégeme con la fortaleza espiritual otorgada por tu omnipotencia a los hombres de buena voluntad
¡Padre Celestial!, ensancha los caminos de la vida cubriendo su recorrido con dificultades que exijan despliegue de energía compartidas, a fin de equilibrar este esfuerzo como estímulo de conciliación: ¡Mente y cuerpo!
¡Padre Celestial!, hazme fuerte ante la adversidad y el peligro, pero hazme débil ante el dolor humano; no cierres mis ojos ante la injusticia, la intolerancia, la discriminación, la indiferencia, pero cierra mis ojos ante la corrupción del alma; no mires mis pecados mortales, pero regocíjate con mis obras realizadas ante los hombres dispersos de tu Iglesia, a fin de unirlos a tu rebaño ¡aclamándote como único pastor!
¡Padre Celestial!, disciplíname en el arte de la verdad para no perjudicar con mis palabras sentimientos íntimos de mis hermanos, arráncame la bípeda lengua cuando mentiras afloren en mi boca; hiéreme en los ojos cuando estos se desvíen en la mujer ajena; mutílame los brazos cuando posean bienes adquiridos con el engaño y la trampa; corta mis piernas cuando estas se deslicen al pecado de la carne y los sentidos y recién así ¡purifícame!
¡Padre Celestial!, pequé ante ti y sigo pecando ya que sigues clavado en la cruz para espiar la afrenta de la humanidad que no se acuerda de tu calvario en el Gólgota y aún así, eres misericordioso con la raza humana que no ha aprendido del generoso regalo de la vida eterna impreso en la tabla de los 10 Mandamientos de la Ley Divina: Amarás a tu Dios con todo tu cuerpo, con toda tu mente y con toda tu alma y amarás a tu prójimo como a ti mismo ¡Amén!
A/D