HAITI

 

Si Dios es omnipotente, no significa que todo lo que acontece de errado en el mundo es por voluntad de EL.

Tenemos la mala costumbre de culpar a terceros por nuestros errores. El éxodo del pueblo judío, las dos guerras mundiales, las explosiones de las bombas atómicas en el Japón, el holocausto y todas las tragedias que el mundo tubo através de los siglos, fueron ocasionadas por errores de la propia humanidad.

Dios los dio el libre arbitrio para discernir sobre lo cierto y lo errado, los cataclismos no es culpa de la humanidad y tampoco Dios lo permitió. Forma parte del ciclo de acomodación de las placas tectónicas en constante movimiento ejerciendo presiones entre ellas que termina por criar fuertes terremotos, es así que será, hasta el final de los días...

Es de esta forma que la humanidad aprende a protegerse en el futuro, es de esta forma que el hombre con su inteligencia y creatividad encuentra formulas para contrarrestar su destrucción, ejemplo vivo es el Japón y Chile, por nombrar algunos.

Hasta encontrar os medios necesarios de alta tecnología que permita minimizar los efectos destructivos, es un precio caro que los países pobres tienen que pagar, sujeto a recibir estas catastróficas consecuencias.

Dios no precisa de adoración porque es omnipotente, la humanidad precisa de oraciones para que DIOS ilumine la inteligencia de sus gobernantes a ser más JUSTOS y OBJETIVOS con sus responsabilidades.

La humanidad es una grande familia criada por Dios, donde no debería de existir preconceptos y discriminaciones de cualquiera índole, donde la SOLIDARIEDAD prima para ayudar a los más necesitados, de la misma forma como TÚ y YO cuidamos de los nuestros.

No precisamos salir a la calle golpeando el pecho, solicitando clemencia.  Precisamos dar mas amor, dedicación, solidariedad para quienes conviven con nosotros, para tu empleada domestica y familia, para tus trabajadores, por lo menos así lo hago yo.

Zilda Arns, médica Brasileña de 75 años, fundadora de La Pastoral de los Niños, visando salvarlos de la pobreza, de la mortalidad infantil, de la desnutrición y violencia familiar, pre-elegida para el Premio Nobel de la Paz, murió en Haití en este terremoto, cuando hacia una palestra en una iglesia antes cientos de personas.

Cuando tiene que acontecer la muerte, esta no mide preferencia, muere gente inocente, gente criminosa, personas que por su postura humanitaria no debería de morir...Pero muere igual.

Lo único cierto es que cuando los amamos unos a los otros, empezando por la familia y terminando con la solidariedad con nuestros semejantes, estamos amando a DIOS en su plenitud.

 

FUERZA HAITI..!!

 

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