El Poder Efímero
En muchas ocasiones he tenido la oportunidad de ver, en quienes me rodean, que el Poder es Efímero.
Muchos jefes he tenido, que son del tipo “ogro”. Todos le temen. Todos salen corriendo a cumplir sus exigencias. Muchos le odian. Y en contraprestación, pues él ha acabado con la carrera de más de uno de sus fieles empleados.
Pero una vez que se van de la Jefatura, una vez que dejan de ser jefes, los he visto como mansos corderos, tratando de hacerse amigo de todos aquellos que lo odiaban. Tratando de enmendar sus errores.
Y es que muchas personas, una vez que tienen poder, una vez que ocupan un cargo donde tienen poder, se transforman en otra persona.
No en balde hay un dicho que reza: “dale poder a un hombre, y lo conocerás”.
Y háblese de “poder” no la capacidad de destruir al mundo o de tener al mundo a sus pies.
Hay muchos policías que se sienten con poder. Muchos conductores de autobús sienten que tienen el poder sobre su vehículo y sobre sus pasajeros. Los empleados de atención al público se sienten con el poder sobre las vidas de los clientes que los buscan. Es común inclusive ver a las secretarias que se abrogan para si el poder que tiene el jefe.
Poder para despedir. Poder para contratar. Poder para hacer el bien. Poder para hacer el mal. Poder para salvar al mundo. Poder para destruirlo.
Lo que si es cierto, y lo reitero, es que el Poder es Efímero. No va a durar toda la vida.
En una oportunidad le tocó tomar la jubilación a un alto funcionario que conocí, y una vez jubilado le tocó ir a un banco cerca del lugar donde fue jefe. Para mi fue impresionante al ver cómo todos los que habían sido sus empleados, y que se encontraban en el banco, al verlo entrar se voltearon para no verlo. Nadie le habló (sólo los cajeros).
Cuando tengamos poder, no dejemos que se nos suba a la cabeza y que nos convierta en otro ser. Seamos las mismas personas de siempre…
Acuérdense que el poder no dura toda la vida…
Un buen libro que me recuerda este tema, es “El Caballero de la Armadura Oxidada“. Pronto les daré un resumen…
Luis Castellanos
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