
NACENCIA
Bruñen los necios nubarrones pardos La luz del sol que se agacho en un cerro Y los altos cogollos de los árboles De un color de naranja se tiñeron.
A bocanadas de aire nos traía Los ruidos de allá lejos Y el toque de la oración de la campana De la iglesia del pueblo.
Íbamos andando juntos en burra Por el camino nuevo, Mi mujer muy malita Suspirando y gimiendo.
Bandas de gorriones montesinos Volaban chirriando por el cielo Y volaban por el sol que en los canchales Daban relinche el espejuelo.
Los grillos y las ranas cantaban a lo lejos Cantaban tambien las golondrinas Sobre las jaras y los brezos Y rodando, rodando, de la sierra.
Migaba el dorondón de los caseros
¡ Que tarde más bonita! ¡ Que anochecer más gueno! ¡ Que tarde mas alegre! Levantaba el jacico me miraba Y seguía royendo.
__¿ que pensara la burra Si tiene la burra pensamientos: ?
Me jai junto a mi Juana Me jimque de rodillas en el suelo, Jice por recordar las oraciones Que me enseñaron cuando nuevo, No-tenia paciencia para hacer Memoria de los rezos.
¿Quién podrá socorrerla si me voy? ¿Quién va por la comadre si me quedo? Aturdido del todo volví los ojos Para los ojos redondos del mochuelo Y aquellos ojos verdes tan grandes, tan abiertos. Que a mi otras veces me dieron risas Ahora me daba miedo.
Me miraron tan fijos Los¡ ojos del mochuelo...!
No cantaban las ranas y Los grillos no estaban a lo lejos Las bocanas del aire se aplacaron Se asomaron la luna y el lucero Y rodando de la sierra no llegaba Daba mucha quietud tanto silencio Me acerque más por ella, Le abrazaba el aliento Le temblaban sus manos Tiritaba su cuerpo... Y a la luz de la luna eran sus ojos Muncho más grande y más negro.
Yo tambien sentí que los míos Chorreaban lagrimones de fuego; Uno cayo rodando y prendido de un pelo En mitad de su frente Se quedo reluciendo.
¡Que bonita y que guena! ¡Quién pudiera ser meico! ¡Señor! ¡Tu que lo sabe lo muncho que te quiero! Tu que sabes que estamos bien cansados
¡Señor! ¡Tu que sabes que eres gueno! Tu que jaces que brote la simiente Que echamos en el suelo.
Tu que jace que grane las espigas Cuando llega su tiempo Tu que jace que pares las vejas Sin comanches ni meicos.
¿por qué Señor se ha de morir mi Juana con lo que yo la quiero siendo yo tan honrao y siendo tu tan gueno
¡Ay! ¡que noche más larga De tanto sufrimiento! ¡que cosas pasarían que decirlo no puedo.
Hizo dios un milagro, No puedo por menos Todo lleno de tierra La levante del suelo.
La mire muy despacio, muy despacio Con una miaja de respeto Era un hijo, hijo de ella Hijo mío, hijo nuestro, Ella me lo pedía con los brazos abiertos.
¡Que bonita que estaba! Llorando y sonriendo Bere a la madre y le quite mi hijo, Sali con él corriendo Y en un regacho de agua clara Me senté mas honrao Mas cristiano, má gueno Bautizando a mi hijo Con el cura bautizo La muchacha en el pueblo.
Dicen que la nacencía es una cosa Que miran los señores en el pueblo..., Pues por mí que la de mi hijo, Tiene que ser mejor que ellos Que dios jizo en persona De comadre ni meico. Arina que nació beso la tierra Que agradecía se pego a su cuerpo Y fue la misma luna La que le pego aquel beso.
¡que sabe de estas cosas Los señores aquellos: ! Dos salimos del chosao, Tres golvimos al pueblo. ¡jizo dios un milagro en el camino no puedo por menos,...
Justo Marquez Sanchez

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