Dejarse llevar por la opinión general es delegar nuestra responsabilidad. Ser dueños de nuestra vida implica hablar en primera persona.
DIME CÓMO ME HABLAS Y…
La forma que utilizas para hablar de lo que decides, piensas o haces dice mucho de la responsabilidad que asumes sobre tus actos.
UTILIZA SIEMPRE EL “YO”
En tus conversaciones, analiza cuántas veces utilizas expresiones com “la gente”, “lo normal” o “todo el mundo”
en lugar de “yo”. Hablar en primera persona es la única forma de tomar plena conciencia de tus actitudes y opiniones.
EVITA GENERALIZAR TUS EXPERIENCIAS
Generalizar supone asumir que lo que está ocurriendo le pasa
a todo el mundo y que, en consecuencia, es “normal”. Las
generalizaciones te impiden plantearte que tú puedes tomar las riendas de tu vida y hacer algo al respecto.
NO EXTIENDAS TU OPINIÓN A LOS DEMÁS
Tu opinión es individual. Lo que vale para ti no necesariamente es válido para otra persona. Pensar que lo que tú opinas es lo que la gente opina en general es no aceptar que todos somos distintos. Y es, en cierto modo, una expresión de vanidad.
SÓLO ERES EXPERTO EN TI MISMO
Recuerda que cada uno de nosotros es único e irrepetible. Esta individualidad se refleja tanto en nuestras opiniones como en nuestras acciones y decisiones. No puedes saber qué es lo que piensan los demás, ya que ellos son tan únicos como tú.
Sólo conoces bien lo que tú piensas.
de la red