Escuela de hipocresía
…Y viviendo como el azorado que añora una copa de ron y 7 cigarros que apaciguan sufrimientos inadmisibles, averiguas que juzgar es arma de doble filo, sensación de cautiverio… Agarramos lo peor de nosotros mismos porque la hipocresía circula por las calles y fue asignatura bien aprendida en tiempos de inocencia y madera. Rápidamente olvidamos que nada es si no hay trozos de sinceridad y humildad en cada paso que vamos dando hacia la tumba;
viviendo como seres que desconocen lo primordial el dolor llega, la infidelidad existe, la honestidad es una anécdota que coexiste entre mentecatos.
Alexander Vórtice
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