-Mamá, yo quiero ser de merengue. -No, hijo mío, no; estarías tan dulce que te comería en un santiamén
-Mamá, yo quiero ser de burbuja de jabón. -No, hijo mío, no; pues te irías volando de mi lado.
-Mama, yo quiero ser de piedra. -No, hija mía, no; estarías tan dura y pesarías tanto que no te podría coger en brazos.
-Mama, yo quiero ser de oro. -No, hija mía, no; serías tan valiosa que todos querrían un trocito tuyo.
-Mama, yo quiero ser de nieve. -No, hija mía, no; el calor del sol, pero, sobretodo, el calor de mis abrazos te desharían.
D-A
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