La amistad es una relación que aparece muy temprano , durante la infancia, hacia los tres años de edad, y tornase extremadamente importante luego de los seis, siete años. El amigo del corazón es aquel en el que tu confías, al que tu relatas tus mas intimas experiencias, el que sabe conservar tu secreto con los demás compañeros y hasta con sus padres. Los dos amigos constituyen la primera comunidad fuera de la familia, en la que es posible una vida sin competición, sin envidia, con sinceridad y absoluto respeto de la palabra dada...
El rigor moral de la amistad es mas elevado de aquel entre hermanos. Estos están obligados a mantener la relación aun en presencia de celos y envidia. Los hermanos pueden pelearse, hacer las paces, volver a pelearse, sin que por ello su relación se interrumpa definitivamente.
La amistad, en cambio, es regida por la moralidad. Si el amigo no mantiene su palabra, si traiciona, la amistad se rompe para siempre.
El enamoramiento también, cuando aparece, es menos exigente que la amistad. Nos podemos enamorar de un desconocido, de alguien quien no nos ama, que nos trata mal, que nos traiciona. En cambio la amistad se forma poco a poco sobre la base del principio de realismo. Por eso, cuando el enamoramiento quiere convertirse en amor verdadero, debe añadir, a la exclusividad de la pasión, la fidelidad, la ayuda mutua, la lealtad y la moralidad de la amistad.
Al llegar a la edad adulta, impulsados por necesidades practicas, nos acostumbramos a definir como amigos a conocidos, colegas, personas con las cuales mantenemos relaciones amistosas, personas que nos ayudan y que apreciamos. También llegamos a llamar amigos a los que tememos. Así que un buen día nos damos cuenta de encontrarnos sumergidos en una serie de relaciones falsas, sin autenticidad, hipócritas.
Alguien dice, por eso, que la amistad no existe, que es una ilusión, una mentira. El que habla de esta manera ha renunciado a un valor importante. Se rindió a la desconfianza, a la suspicacia, a la cotidiana competición. Eso no es justo, no es correcto. Claro que en la vida encontramos competición,disidencia , supercheria, hipocresía. Sin embargo todos nosotros sentimos una desesperada necesidad de relaciones humanas limpias, sinceras , honestas, basadas en la confianza.
¿ Y como podemos construir esas relaciones si ni siquiera logramos realizarlas con las personas que mejor conocemos, con nuestros amigos ?
El que no sea capaz de ser sincero con un amigo, no lograra nunca serlo con los demás. Pensemos en la triste vida que llevan aquellos que, al no lograr confiar en nadie, terminan por tener solamente aliados ocasionales, cómplices, personas dominadas. Sin embargo este es el destino de todos aquellos que buscan la seguridad en el poder. Están obligados a la intriga, al engaño, al chantaje, y, cuanto mas actúan así, mas se sienten, a su vez, engañados, amenazados, en peligro.
En realidad todos nosotros necesitamos amigos sinceros, con los que podamos compartir nuestros pensamientos, seguros de que ellos no los utilizaran para perjudicarnos. A los que podamos confiar nuestras preocupaciones, nuestros deseos, seguros que nos ayudaran.
A todos nosotros nos ocurrió, y nos ocurrirá, de encontrarnos en situación de peligro, de necesitar ayuda para nosotros mismos o bien para una persona amada. En esta situación, ¿ quien te socorrerá sino el amigo ? ¿Quien acudirá a tu llamada, quien te consolara, quien quedara a tu lado, quien desafiará a tus enemigos, quien hablara a tu favor, sino el amigo ?
de la red