(Cuadro del pintor iraní Iman Maleki)
En las alegrías y en las penas, en la salud y en la adversidad y hasta que la muerte nos separe. No hablamos del matrimonio sino de la paternidad.
En El Día del Padre 2010 queremos recordar el verdadero valor de ejercer de padres conscientes y presentes. Ya ha quedado en el pasado la figura paternal distante y poco involucrada y muchos padres de hoy están realizando la revolución de la paternidad que trata de ampliar el marco de referencia que se les atribuía socialmente y co-participar activamente en todas las etapas de la crianza de sus hijos.
Las imágenes bucólicas occidentales del Día del Padre siempre muestran estampas de hombres guapos con bebés esponjosos o jugando al fútbol, en bicicleta o en escenas realmente placenteras, pero como “sentenciamos” en el momento que decidimos traer al mundo una nueva vida, los padres están para todo, lo bueno y lo malo: desde la presencia y el cuidado en el embarazo, su papel en el parto, el apoyo en la lactancia, las noches en vela, el cuidado en las enfermedades, las rabietas, predicar con el ejemplo, informarse y formarse para intentar hacerlo mejor, ayudar en los deberes, escuchar los problemas, … y en definitiva, vivir la maratón de la crianza y no solo “los partidos de los sábados”.
El cuadro de Iman Maleki representa a un padre y un hijo refugiados y refleja EL AMOR INCONDICIONAL de los padres. Es muy fácil llevar al nene en los hombros jugando y un ratito, pero se necesita una verdadera entrega para hacerlo cuando ambos están cansados, por dentro y por fuera…
El mundo se estará derrumbando, pero ese niño se siente protegido en el cuerpo de su padre.
Más allá de los carritos de diseño, los colegios caros, las consolas y toda la tecnología que tienen los niños modernos, la presencia, el respeto y acompañarles en todas las etapas de la vida es la mejor herencia del progenitor.
Feliz Día del Padre 2010 a todos los padres que, con turbante o sin turbante, harían eso con sus hijos. Y nunca es tarde para ello…