La nobleza del alma es su nobleza; la gloria del deber forma su gloria; es pobre, pero forma su pobreza la página más grande de su historia. Siendo el culto de mi alma su cariño, la suerte quiso que al honrar su nombre fuera el amor que me inspiró de niño la más sagrada inspiración del hombre. Quiera el cielo que el canto que me inspira siempre sus ojos con amor lo vean y de todos los versos de mi lira éstos los dignos de su nombre sean.