|
General: RENACER
Choisir un autre rubrique de messages |
Réponse |
Message 1 de 10 de ce thème |
|
De: UTOPIA (message original) |
Envoyé: 23/03/2010 21:10 |
RENACER
Estoy sola, Señor, y hay mucha gente en torno, estoy triste —no obstante la riente algazara— y mi imagen es débil, perdida, sin contorno, bien que la luz del sol le dé sobre la cara.
Temerosa, Señor, del más humilde adorno y de otras tantas cosas que el mundo nos depara, pienso en la noche próxima del viaje sin retorno, el instante postrero que a todos nos separa.
Mas te siento, Señor, junto a mí por momentos, tu divina presencia ilumina el ambiente y percibo que vuelven a su ritmo mis días, para que así se acaben entonces mis lamentos, renaciendo a mi propia existencia sonriente pues que Tú me regalas con nuevas alegrías.
Marilina Rebora |
|
|
Premier
Précédent
2 à 10 de 10
Suivant
Dernier
|
Réponse |
Message 2 de 10 de ce thème |
|
De: UTOPIA |
Envoyé: 23/03/2010 21:11 |
QUIERO PINTAR LA LUNA
Madre, ¿puedo pintar la luna de escarlata? ¿O con vestido rosa, orlado de violeta? ¡Pues, noche a noche, sale insulsa y timorata, sin nada de color que la avive, coqueta!
¿Por qué será la luna, siempre luna de plata, camafeo de hielo, el pálido planeta, la doncella de nieve a la que se retrata en blanco, si pintor, o argento, si poeta?
Quisiera iluminarla con cálido amaranto, encendidos reflejos carmín o solferino, inventarla morena, con luminoso manto,
y no alba y exangüe, con veste de platino. ¡Quiero pintar la luna de tono colorado, en creciente o menguante,
de cara y de costado!
Marilina Rebora
|
|
|
Réponse |
Message 3 de 10 de ce thème |
|
De: UTOPIA |
Envoyé: 23/03/2010 21:12 |
YO ME PREGUNTO, MADRE...
Yo me pregunto, madre: ¿No se gasta la pila que la sutil luciérnaga para alumbrarse tiene? ¿Y tampoco concluye —cuando la araña hila— el misterioso ovillo que encubierto mantiene?
¿En qué forma se ensartan anillos las orugas; bolitas coloradas —por ojos— los conejos; abrigos con recuadros se buscan las tortugas, y en lerda marcha atrás se mueven los cangrejos?
¡Saber! ¡Saber! ¡Saber! Si es cuello de algodón el que se anuda el cóndor o si usa de almidón; si el parlanchín lenguaje de la locuaz cotorra es remedo del nuestro; si la pícara zorra es tan inteligente como sabio mi padre —aunque calla—,
y tú cuentas cuánto pregunto, madre!
Marilina Rebora |
|
|
Réponse |
Message 4 de 10 de ce thème |
|
De: UTOPIA |
Envoyé: 23/03/2010 21:13 |
VEN, MADRE, A DESCANSAR...
Ven, madre, a descansar de todos tus trabajos hasta el jardín umbroso que cultivo en mis sueños, a la luz de luciérnagas y áureos escarabajos y la mágica ayuda de esos seres pequeños,
los gnomos, que se visten con trajes escarlata y brotan cuando alumbran las primeras estrellas, que usan zapatitos con hebillas de plata sin dejar en el musgo la marca de sus huellas.
Cantarán para ti la cigarra y el grillo, ocultos entre hiedras, glicinas o jazmines. Y con las hojas muertas haremos un castillo con muros almenados en oro y amarillo, hasta que se deshaga por sobre los jardines (en tanto la cabeza sobre mi hombro inclines).
Marilina Rebora |
|
|
Réponse |
Message 5 de 10 de ce thème |
|
De: UTOPIA |
Envoyé: 23/03/2010 21:14 |
PORQUE SI TÚ NO VELAS
Porque si tú no velas, vendré como ladrón; he de llegar a ti sin que sepas la hora. Estate alerta, pues; vigila cada acción, y lo que has recibido y escuchado, memora.
Aunque nombre de vivo posees, estás muerto; perfectas, ante Dios, no he encontrado tus obras. Consolídalas pronto o han de morir por cierto, si es que no te arrepientes y de otro modo obras.
Yo soy El de las siete estrellas a su diestra; El que en los siete Espíritus de Dios, único, arde. Vestirá el que venciere de blancas vestiduras. Del libro de la vida, su nombre —santa muestra— jamás he de borrar, lo diré en las alturas. Vendré como ladrón: igual, temprano o tarde. Vendré como ladrón, de improviso o a oscuras.
Marilina Rebora
|
|
|
Réponse |
Message 6 de 10 de ce thème |
|
De: UTOPIA |
Envoyé: 23/03/2010 21:16 |
COMO ALMAS DE AGUA.
Porque en ti me reconozco como gemelo a tu alma, pongamos juntos el cristal de nuestras vidas con todas sus transparencias.
Si no me miran tus ojos, ¿de quien voy a ser imagen? Quiero que sus diamantes me dejen ver el guiño de tu luna creciente.
Hoy distorsiono mi mirada hambrienta en el lago de tu frente, en el manantial de tus ojos para que mi olvido no sea onda con su eje en un recuerdo.
Como el amor es zozobra y sueño de fantasía, te harás borrasca en la gota y templanza en lago dormido,
cabellera de la noche, marioneta de la luna, tirabuzón de la piedra y palio estelar parpadeante.
Por la venas de mi cuerpo tus aguas van desbocadas, tienen cadencias de sangre con sus escalas de coro.
Su música tiene tacto de labios para besar los oídos. Tiene auroras, noches y atardeceres para obsequiar a mi mente su nirvana.
Te amo, no sólo por tus luces de plata, sino por el arco iris que soy cuando estoy contigo.
Derrámate en mis oídos con detalles de palabras y libera a la momia de mi pecho de sus oscuros vendajes,
y mi alma se desnudará susurrante en tu presencia como un reposado rosicler de auroras
Tiene alas de ángel que aportas a mi espíritu al que elevas como cóndor de los andes. |
|
|
Réponse |
Message 7 de 10 de ce thème |
|
De: UTOPIA |
Envoyé: 23/03/2010 21:17 |
ES LA MANSIÓN DE AYER..
Es la mansión de ayer, la de la infancia mía, con ternura hogareña y calidez de seno, que aún levanta la frente, a punto de agonía, entre tanto derrumbe al que nada es ajeno.
Muéstrase melancólica el ala solariega del loco enjambre antiguo
—hoy con seres distantes— y a la sombra de madre, amorosa, se agrega el tono protector, los ojos vigilantes.
Los niños la vivían, encanto de morada; aromas de su patio, tímida madreselva con los albos jazmines en la azul enramada. Y guardamos silencio para que el alma vuelva a recordar imágenes de los dichosos años, sintiéndonos ahora como intrusos o extraños.
Marilina Rebora |
|
|
Réponse |
Message 8 de 10 de ce thème |
|
De: UTOPIA |
Envoyé: 23/03/2010 21:18 |
AL TERCER DÍA
Allí está larguísimo el camino dorado en su mañana. A un lado, en medio del boscaje, las ruinas plateadas. Al otro, ningún pasaje secreto. Miro a mi alrededor: allí fui la que soy aquí, aquí soy la que fui allí. Palomas torcaces se sobresaltan. Pasos y buen aire en los pulmones para errar por esta Tebaida bajo nubes de medianoche. Yen cada encrucijada aquél y éste miran en torno. La rama astillada del sauce cae. Allí un remolino, la estatua rota esconde su rostro. ¿Dónde están?: los maizales más repletos, la alta hierba ocultando a la liebre, la hoja de mirto entre el ciprés severo, la luz de una luciérnaga en el país de las hadas. y los lagartos a la paz del sol sobre losas esculpidas rudamente. ¿Soy el alba que despereza el césped estrellado, o la niebla que la oculta? Pasos y buen aire en los pulmones. Pero, al tercer día, el desaliento. ¿Dónde la armadura en la que iba a ver mi espíritu? Allí está larguísimo el camino dorado en su mañana. La mentira quiere el olvido, la culpa expía el perdón. Alrededor de puertas enmohecidas suplica una sombra, mientras de las costas de los varios mundos viene ya la caballería como una inmensa ola.
Cesar Antonio Molina
|
|
|
Réponse |
Message 9 de 10 de ce thème |
|
De: UTOPIA |
Envoyé: 23/03/2010 21:19 |
OJOS VERDES
Apoyá en er quisio de la mansebía miraba ensenderse la noche de mayo; pasaban los hombres y yo sonreía hasta que a mi puerta paraste el caballo. «Serrana, ¿me das candela?» Y yo te dije: «Gaché, ven y tómala en mis labios que yo fuego te daré». Dejaste er caballo y lumbre te di, y fueron dos verdes luceros de mayo tus ojos pa mí.
Ojos verdes, verdes como la albahaca. Verdes como el trigo verde y el verde, verde limón. Ojos verdes, verdes, con brillo de faca, que están clavaítos en mi corazón. Pa mí ya no hay soles, luceros ni luna, no hay más que unos ojos que mi vía son. Ojos verdes, verdes como la albahaca. Verdes como el trigo verde y el verde, verde limón.
Vimos desde el cuarto despertar el día y sonar el alba en la Torre la Vela. Dejaste mis brazos cuando amanecía y en mi boca un gusto de menta y canela. «Serrana, para un vestío yo te quiero regalá». Yo te dije: «Estás cumplío, no me tienes que dar na». Subiste ar caballo, te fuiste de mí y nunca una noche más bella de mayo he vuelto a viví.
Ojos verdes, verdes como la albahaca. Verdes como el trigo verde y el verde, verde limón. Ojos verdes, verdes, con brillo de faca, que están clavaítos en mi corazón. Pa mí ya no hay soles, luceros ni luna, no hay más que unos ojos que mi vía son. Ojos verdes, verdes como la albahaca. Verdes como el trigo verde y el verde, verde limón.
Rafael de Leon
|
|
|
Réponse |
Message 10 de 10 de ce thème |
|
De: UTOPIA |
Envoyé: 24/03/2010 20:54 |
|
|
Premier
Précédent
2 a 10 de 10
Suivant
Dernier
|
|
|
|
©2025 - Gabitos - Tous droits réservés | |
|
|