LA DUALIDAD - EL RECUERDO DE MI SUEÑO

Quisiera compartir con ustedes mi experiencia. Me resulta difícil dirigirme a todos, quisiera poder hacerlo en forma individual, ya que cada uno es diferente. Igualmente cada uno formamos parte de un mismo todo y si cada uno de ustedes lee mis palabras desde ese lugar en común que tenemos, podrán comprenderme. En definitiva de eso se trata lo que les quiero contar. Dejo que mis palabras salgan desde ese lugar, sin ningún tipo de pensamiento previo, ni planificación, ya que confío plenamente en aquello que nos une. Vivo en la dualidad, aquello que me permite verme en un espejo y saber como soy, aquello que me permite experimental algo y su opuesto, aquello que me permite completarme con el otro, y crear así lazos que nos permiten enamorarnos, compartir, disfrutar del otro, de recibir y de dar. Vivo tambien en la unidad, aquello que no se separa, no vive la diferencia, ni percibe los opuestos, aquello que simplemente es sin necesidad de completarse, aquello que nada le falta. Soy ambas, y eso me permite que cuando vivo en la dualidad, experimento la alegria y la tristeza, la falta y la abundancia, la separatidad y la unión, lo profundo y lo superfluo, la pesadez y la liviandad, el caos y el orden, el sonido y el silencio, el movimiento y la quietud, el frío y el calor, el dolor y el placer , y así podría seguir con una lista larga de experiencias, de sensaciones, de pensamientos, de emociones que existen y las percibimos por vivir en la dualidad. Dormimos y despertamos, pasamos por la oscuridad y por la luz. Notamos la materia, lo visible, lo palpable, lo sentido y “creemos” en aquello que no vemos, ni sentimos, ni palpamos. Gracias a la dualidad, tenemos un pensar y un sentir. En cuanto quiero comenzar a hablar de la unidad, mi mente no me lo permite, ya que sigue viviendo en la dualidad, quiere explicar todo, “cree” que no van a comprender, busca palabras que lo digan todo de una vez. Una parte mía dice confia y mi cuerpo se relaja. Mi mente duda, es perfeccionista, busca la lógica, analiza, cada una de las palabras que salen espontáneamente. Quiza si quiera hablar de la unidad, deba esperar a llegar nuevamente a ese estado. Me distraen los sonidos, los pensamientos, el tiempo que pasa, los recuerdos, las personas, las cosas, los colores. Perdí el foco, si les hablara en este momento de la unidad, hablaria de un momento que ya pasé, y si pasó no estaria en la unidad, porque estoy hablando del pasado. La unidad no se presenta mientras viva en el pasado o en el futuro, solo se puede dar en el momento presente. Hago una pausa, escucho el sonido, de unos pajaros, el suspiro de un hombre, el sonido de un auto, voces, una moto, mientras mi mente se enfoca en todo los que se presenta al unísono en este momento, sonidos, colores, aromas, sensaciones, respiración, completad, algo me interrumpe y me acomodo a la nueva situación. Algo me dice este momento vivilo como se presenta, no te resistas. Dejo de escribir.