MI CRECIDA DE AMOR
Emma-Margarita R. A.-Valdés
Desperté del sinuoso cansancio de llanuras.
Amanecí en el delta de tus brazos.
Hoy somos mar y nube y fuente y arroyuelo
y alta cascada herida por las rocas.
Tu diluvio interior llena mi cauce
y se une mi final con tu principio.
Acerco tu oleaje a la tierra agostada,
desbordo la palabra por los surcos.
El agua consagrada de tu costado hendido
abona con sus algas la promesa.
Soy torrente, clamor hacia tu océano
que me llama al oasis de mi origen.
Mi crecida de amor
lleva humedad salobre de tu divina orilla.
El sol viste la niebla
para la blanca boda de la espuma
y, en el árbol cautivo del monte desterrado,
madurarán los frutos de la gloria.
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