
  
Ellos llegaron Ellos llegaron como famélicos lobos, hambrientos de conquistas, En nombre de sus reyes, nada pidieron, todo con violencia fue tomado Ofertaron la cruz como precio a su codicia
Fue el caballo, ignorante cómplice y con la espada marcaron el compas en argumento Impusieron el sufrimiento como credo y la sangre como dogma, Que les daba el derecho de proclamar, descubierto el mundo nuevo
Con férrea mano expoliaron a todos los pueblos y almas que encontraron No discriminaron ni genero, ni edad, solo actuaron con avaricia Con el ansia que les daba su ambición, se despojaron de sus almas
Cerraron sus corazones y sus oídos, a los gritos de piedad del suelo que pisaban La tierra se ahogaba, por la sangre por ellos derramada De hombres no tuvieron nada, fueron peor que bestias escapadas del infierno
Esclavizaron a todos por oro, plata, y honores, todo fue permitido en pos de esto Nada se cuestiono, todos estuvieron de acuerdo, todos como cerdos bestiales en un chiquero de sangre, de esa mesa comieron Y condenados al averno, se olvidaron de lo humano que tenían, Torturaron los cuerpos y las metes de los que osaron intentar la resistencia Sus lamentos, olvidados por los hombres, aun en el viento se escuchan
Son lamentos que reclaman, por la vida, la sangre y las almas de millones Que fueron en holocausto inmoladas por codicia Yo como cristiano pregunto, si Dios, Cristo y María, habrán olvidado tan barbara injusticia
Yo hombre me pregunto, ¿cual es la esencia del mal sobre la tierra? Y que cada uno busque la respuesta En su Dios, su alma y su memoria
Catriel Cuestas Acosta
  


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