No eres, no eras, no serás
No eres tú desde luego aquel desdén que veía bajar, aquella droga que me anestesia aquella hoja marcada por el paso de un caminante.
No eras tú ahora lo sé aquel divino vuelo de vientos enfurecidos, aquella rosa marchita guardada en un libro de versos aquel misericordioso ser que dice te quiero.
No serás tú, estoy segura, quien secuestre mi alma perdida en deseos quien se esfume con mi cariño al más allá, no serás el hombre a quien cobije con un te amo, no serás el fuerte golpe que me marque por muchos años.
No eres el vino tinto que degusta el paladar, no eras la palma de una mano cansada de acariciar no serás lo que pensé que serías para mí, aquel sueño prisionero que de mi ser no lograría salir ni dejaría de existir.
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