Siento dolor...
Siento dolor... Pues tú no estás aquí... Me siento sola, triste, y es que te necesito tanto... Estoy preocupada, me asfixio, siento miedo, siento una tormenta dentro de mí, cuando allá afuera sale el sol... Estoy llena de dudas... Soy náufraga de tu amor, ¿dónde estás? ¿Piensas en mí? ¿Qué haces? ¿Acaso me olvidas?
Mientras yo aquí anhelándote, amándote cien veces por primera vez, cada segundo, olvidarte a ti es como creer que el sol nacerá de forma cuadrada... Algo imposible... Necesito que acaricies mi corazón, abraces mi alma, que me llenes de esas palabras que me desnudan que sólo tus labios me lo saben explicar. Y me beses lenta, cálida y suavemente; para llenar este vacío...
Y aquí me tienes con la frente caída, con una lágrima turbia, sutil que se desliza lenta y dolorosa por mi mejilla, con estos brazos envolviéndome tratando de sentir tu protección, calor y amor pero resultando inútil... Sólo le encargo a aquel sol que nos ve a ambos; que te llene de esa luz radiante, al cielo que te cubra con su manto, a la estrella más brillante que te recuerde a mí, y al viento que de ida en su andar te entregue al oído lenta y susurrada; mi te amo, el cual te lo mando todos mis días y noches...
Como hacerte entender que; aquella persona que me hizo creer en el amor, en mí misma, que ha despertado en mí, sentimientos que no conocía, que ha cautivado mi ser y mi corazón con esa, belleza poco común, ternura encarnecerte, inteligencia audaz, que me inspira y me atrae de una manera anormal, que me desnuda con una mirada, que me derrite con una sonrisa o una caricia…
Que me complace, el único cuerpo al cual deseo conocer, llenar, apasionar, experimentar, amar, el único que hace arder en mi cuerpo el placer, que enciende la llama de la pasión, que llena mi alma de amor, que aquella persona; eres tú… Quisiera escaparme contigo en las noches, quisiera que estés de vuelta antes de regresar... Sólo sé y estoy segura de una cosa: y es que te amo más que a la vida en sí…
Fue el corazón quien me lo dictaba, y espero que a las personas les llegue al punto centro del corazón al igual que a mí, arriba los que sienten amor puro.
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