Como frascos vacios...
Como frascos vacios venimos al mundo y
lentamente cada persona con la que
estuvimos en contacto puso en el recipiente semillas,
algunas buenas y fuertes
otras debiles y malas, otras que pasaron
desapercibidas.
Intentamos crecer con esas semillas
y en la mezcla muchas de las malas
quedaron en nuestro jardin.
Creimos que todas eran buenas,
que aquello que depositaron en nosotros
era lo mejor pero al pasar los años
nos dimos cuenta que este nuestro presente
esta minado de actitudes, gestos, expresiones,
verdades a medias, formas y demas que no nos ayudaron al
contrario por apegarnos a ellas
creyendo que eran buenas hemos sufrido,
nos hemos lastimado, nos han dejado de lado...
Es tiempo de mirar nuestro interior y
observar en detalle que semillas germinaron
y nos ayudaron a crecer y cuales no.
Tomemos aquellas plantas que como cardos
afean nuestro jardin interior y
logremos sin temor sacarlas y no volver a
cultivarlas.
Solo dejemos las que contribuyen a que
seamos mejores personas cada dia.
El poder esta en uno mismo y es uno el
creador de su propio destino.
Un cielo o un infierno...