A ti, mamá He cambiado tu figura ya tu cuerpo, no es el mismo mi guarida eterna de ternura mi refugio fuerte y mi camino...
Mamá, me basta tenerte para estar bien y saber que me amas desde siempre cuando pagaste el precio para darme el ser y me bastó el calor de tu frágil vientre...
Siempre tú, en todo momento sonriendo y llorando junto a mí cuando siento a veces que me estoy muriendo y el dolor parece no tener fin...
A tí Mamá, sublime ser que moldeaste con amor mis primeros pasos desvelada, las noches cuando enfermé me guardaste en la calma de tu regazo...
Cuantas veces tuve miedo tú, mi ángel de la guarda cuando pienso que estoy muerto tu mirada me levanta...
A tí, Mamá mi amiga fiel mi fortaleza, mi confidente mi perdón sincero cuando fallé mi compañera de ahora y siempre...
Pues te agradezco aquellos meses que me llevaste de inquilino entre tu cuerpo por el sustento de tantas veces que vi brotar de tu sagrado pecho...
Déjame que haga algo por ti y olvida tus momentos de melancolía que hoy, éstos versos quieren verte felíz y decirte, Mamá, gracias por la vida...
d-a
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