Dentro de mí el hondo dolor Que lucha en sombra contra piedras. Tanto caminar que me pierdo: Tanto ir y no encontrarte, sueño, Sobre la superficie altiva Del huracán que me arrebata. Tu sombra es piedra y es dolor: Piedra y dolor. Sombra de espejo Donde mi sino se refracta. En su centro el alma cruje: Y me desnudo en la noche. Allí la oquedad de mi Psique Se expande, también, como sombra. ¡Qué desazón la que me abisma! ¡Qué abismo! ¡Qué luz sin destello!
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