Promesa de amor eterno
Un día triste y sombrío, con el frío que provocan las heridas, cuando más sola me encontraba, apareciste tú, dándome el calor de un abrazo, ofreciéndome tu hombro para llorar, desde ese momento, supe que eres especial, nunca imaginé que mi destino estaba frente a mí, aún recuerdo la primera vez que te vi, esa mirada tan dulce, tierna e inocente, cada vez que te miraba sentía que podía tocar tu alma a través de tus ojos.
Y esa sonrisa, que de sólo verla me devuelve la vida, cada momento que pasamos juntos, es como una fantasía, como un hermoso sueño del cual no quiero despertar, eres mi príncipe azul, eres el sueño de toda mujer, he tenido mucha suerte de que pusieras tus ojos en mí, a veces siento que no te merezco, que mereces una mujer diferente, pero tú me amas a mí.
A mí no lo puedo creer aún, es difícil entender cómo puedes amarme, si soy una mujer llena de dolor y resentimientos, espero tener el valor y la fuerza de superar todos mis traumas y olvidar mis rencores, pero sé que tu estas ahí para ayudarme, quisiera tener un poco de corazón como el tuyo, pues tu corazón es como el de un niño, limpió y puro, sin maldad ni rencores, enséñame a vivir, guíame, llévame por el mismo camino que recorres, yo pisaré sobre tus pasos, beberé de donde tú bebas, seré tu sombra hasta el final de mis días.
Aún después de muertos seguiremos juntos, ese es nuestro destino, si algún día la muerte nos separa, desde ahí te amaré, estaré a tu lado hasta que volvamos a estar juntos, y no esperaré para decirte cuanto te amo y que yo daría mi vida entera por ti.
Te entrego mi corazón, no es tan puro, pero si es sincero y te juro por lo más sagrado que tenemos, que desde el momento en que te vi, mi corazón te pertenece, ayer, hoy y siempre. Mis labios podrán decirte una cosa, pero mis ojos te dicen la verdad, mira mis ojos y sabrás lo que significas para mí, toca mi corazón con el calor de tus manos, mira mi alma a través de mis ojos, sabrás que en mí sólo estás tú.
Eres el sol que ilumina mi sendero, el agua que me quita la sed, no te separes de mí, pues vivir sin ti no podría, te juro que te amaré toda mi vida.
(Carta a Bruno Pacheco Ramírez)
Colaboración de Lilia Torres Zamarripa México
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