Una cabra y un asno comían al mismo tiempo en el establo.
La cabra empezó a envidiar al asno porque creía que él estaba mejor alimentado, y le dijo: “Entre la noria y la carga, tu vida sí que es un tormento inacabable. Finge un ataque y déjate caer en un foso para que te den unas vacaciones”.
Tomó el asno el consejo, y dejándose caer se lastimó todo el cuerpo. Viéndolo el amo, llamó al veterinario y le pidió un remedio para el pobre. Prescribió el curandero que necesitaba una infusión con el pulmón de una cabra, pues era muy efectivo para devolver el vigor. Para ello entonces degollaron a la cabra y así curar al asno.
En todo plan de maldad, la víctima principal siempre es su propio creador.
Toda la maldad, envidia, malos pensamientos, malas vibras todo es como
un bumerang, siempre vuelve para atras.
no le deses mal a nadie, ni hables
de nadie sin antes tener
elementos de juicio, jamas te
dejes llevar por las apariencias,
porque lo que a veces parece no es.
acepta a todos como son para que te acepten a ti como eres.