Quizás algún día
Soñar en noches estrelladas,
en una mujer, iluminada por la luna,
acompañado del silencio de la madrugada,
y la soledad, compañera desde la cuna.
Acogido por la suavidad del viento,
que se enreda levemente por mi cuerpo,
elevando al infinito, mi pensamiento,
llevándose con el, todo el pasado muerto.
Soñar con su hermosura
negándome la razón,
descubrir un mundo de locura,
viendo sangrar mi corazón.
Volar entre el sueño de una estrella,
verla, tan lejos, y tan bella.
Cegarme con el brillo de su encanto,
oír en la noche, de la luna el canto
que quiebra mi voz, y trae el llanto,
por querer amar a una mujer, tanto.
Ya llega la brisa de la mañana
Ya se oculta la magia, y la fuente de la que mana.
Ya llega la realidad, y al mundo me enlazo.
Aun perdura el sueño, de recogerme entre sus brazos.
Haber llegado al final, de mi soledad y su desierto,
recoger por fin los pedazos de mi corazón yerto,
ver con los ojos de mi alma, sus espejos,
aun sabiendo que ella, queda de mi, tan lejos.
Clamo al cielo en mi locura,
por haberme dejado ver tanta hermosura.
Mi clamor, se va con el viento,
solo me queda, la copa del sufrimiento.
Me deja el corazón roto, destrozado,
un recuerdo del ayer,
hermoso y tierno pasado,
un amargo sabor, en este amanecer.
Quizás algún día, en mi ventana,
quizás en el albor de alguna mañana,
de esa mujer, sin cuerpo ni cara,
pueda sentir su alma, como en esta noche clara.
Quizás vuelva a escuchar de la luna, su canto.
Quizás mi alegría, pueda romper en llanto.
Quizás puedan mis frágiles brazos
algún día, estrecharla contra mi pecho, en un abrazo.