Tu ausencia
El pensar que estás ausente provoca mi desvarío, y siento en el pecho mío un amor puro y candente, claro como agua de río que nació en una vertiente.
Los ojos, cierro un momento, y al recordar ésos días, en que dulce me decías "me gusta verte contento..." se estremece el alma mía, se agitan mis pensamientos.
Y en las noches tu presencia en mí, se hace sentir, permitíendome dormir, y soportar esta ausencia, que quiere hacerme morir inhibiendo mi conciencia.
Yo te espero, aquí, impaciente, alimentando este amor, que construímos los dos, paso a paso, lentamente... con alegría y dolor... como un sueño permanente.
Y así, princesa, hoy quiero, que este trance ineludible, no se nos torne terrible. Recuérdalo, yo te espero. Y lo único admisible es que sin tí, yo me muero...
Rodolfo Antonio
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