EL SABER
Y decía:
El hombre es infeliz porque pide más
de aquello que se le puede dar.
Por eso los sabios no la son
porque saben más cosas, sino porque
profundizan y dominan ampliamente
el saber que se les ha dado.
¿Qué diríamos de un mango
que quisiera dar tunas?
¿Y qué diríamos de
un sauce que deseara tener
la forma de un nopal?
Solo les llamaríamos ignorantes,
porque dejando la que pueden dar,
quieren dar aquello que nunca darían.