La integridad genera confianza, la confianza genera influencia,
e influencia es liderazgo.
Todo el que anhela ser el líder de su empresa o de su hogar,
no puede hacer a un lado la integridad,
porque es el poder de la integridad la que genera la confianza.
Un hombre que siempre te va a decir la verdad, una mujer que te puede ver a los ojos y contarte las cosas tal cual fueron, son personas íntegras.
La persona íntegra no es una persona que no comete pecados,
sino cuando los comete, los reconoce.
Integridad no es que no cometas faltas,
integridad es que aceptes y reconozcas tus faltas.
Quizas alguien te pueda decir tus faltas de buena forma y otros de mala forma, pero al final del día, en la meditación de la noche, con tu cabeza sobre tu almohada puedas decir : “Señor reconozco mi falta”.
¡Eso se llama integridad!
Integridad es perfección de carácter, integridad no es perfección de vida. Integridad es esa honestidad con la que debes de proceder todo el tiempo.
Cometemos errores todo el tiempo, no los ocultes, sólo corrígelos.
¿Sabes por qué ocultas tus errores?
Por temor a que te juzguen, y cuando te juzgan manipulan tu conciencia,
y cuando tu conciencia se va a manipular, careces del poder
para salir adelante y dejar el pecado que cometiste.
Pero cuando tú no dejas que nadie manipule tu corazón, sino que reconoces tu falta con tu integridad, tú puedes corregir tu camino.
Pero cuando tienes integridad, debes medir algunas consecuencias de serlo, porque puedes caer en la tentación de dejarlo de ser, porque las consecuencias de ser íntegros a los ojos nuestros y a nuestra carne a veces no son tan bonitas ni atractivas, pero delante de los ojos de Dios vas a encontrar un sabor y una gracia que te va a sacar adelante.
Si por íntegro vas a perder tu trabajo, ten la confianza que de ahí
Dios te levantará para otro trabajo mucho mejor.
Si por íntegro vas a perder amigos, ten la confianza que Dios te va a brindar mejores de los que algún día tuviste.
Si por integridad pierdes al novio o la novia con la que te ibas a casar,
ten la seguridad que Dios te dará la pareja perfecta para tu vida.
La integridad se nota en las decisiones que nosotros tomamos.
Cuando quieras saber que hacer, consulta a la integridad.
La gente suele ser poco razonable, lógica y egocéntrica,
¡Perdónala de todos modos!
Si eres amable, la gente puede acusarte de abrigar motivos ocultos, egoístas, que tienes algo entre manos.
¡Se amable de todos modos!
Si tienes éxito, vendrán a ti falsos amigos y amigos buenos.
¡Ten éxito de todos modos!
Si eres honrado y sincero, puede que algunos te engañen.
¡De todos modos se honrado y sincero!
Lo que dedicaste muchos años en construir,
alguien lo puede destruir de un día a otro.
¡Construye de todos modos!
Si hayas la serenidad y la felicidad,
siempre habrá quien te tenga envidia.
¡Se feliz de todos modos!
El bien que haces hoy, la gente puede olvidarlo mañana.
¡Has el bien de todos modos!
¡De todos modos dá al mundo lo mejor de ti mismo!
Y es que al fin de cuentas todo esto es entre tú y Dios,
en el fondo no ha sido entre tú y ellos.
La integridad tiene un enemigo muy fuerte, es creer que porque eres íntegro vas a quedar bien con todo el mundo.
Tú puedes ser el hombre mas íntegro, pero no por eso la gente necesariamente te tiene que amar.
Se íntegro y honrado, aunque eso te vuelva vulnerable,
de todas maneras... ¡se íntegro!
No es cierto que cuando te hacen una pregunta y dices una verdad, ¿esa verdad será usada para quererte dañar?
¡TU NIVEL DE INTEGRIDAD, NO LA VA A MEDIR EL MUNDO!
“Si el mundo los odia, sepan que antes me odió a mí.
No sería lo mismo si ustedes fueran del mundo, pues el mundo ama lo que es suyo. Pero ustedes no son del mundo, sino que yo los elegí de en medio del mundo, y por eso el mundo los odia”.
Juan 15: (18-19)
Hay gente que triunfa rápidamente por lo que sabe,
hay gente que triunfa temporalmente por lo que hace.
¡SOLO LOS INTEGROS TRIUNFAN PERMANENTEMENTE!
Autor: Carlos Luna
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