Escritos de:
- La invitación
-
- No me interesa saber a que te dedicas,
quiero saber qué es lo que añoras,
- y si te preocupas a soñar
o alcanzar lo que tu corazón ansía.
No me interesa saber que edad tienes, quiero saber si te arriesgarás
- a parecer un loco por amor,
por tus sueños, por la aventura de estar vivo.
No me interesa saber que planetas
- están cuadrando tu luna,
quiero saber si has tocado el centro de tu propia pena.
Si has estado abierto a las traiciones de la vida o te has vuelto marchito y cerrado
- por miedo a más dolor.
Quiero saber si te puedes sentar con dolor, tuyo o mío, sin moverte para esconderlo, diluirlo o arreglarlo. Quiero saber si puedes estar con alegría, tuya o mía, y si puedes danzar libremente
- y dejar que el éxtasis te llene
hasta las punta de los dedos de tus manos.
No me interesa si la historia que me estás
- contando es verdad,
quiero saber si puedes desilusionar a otros por ser sincero contigo mismo, si puedes resistir la acusación de traición
- y no traicionar a tu propia alma.
Quiero saber si puedes ser fiel y por lo tanto confiable. Quiero saber si puedes ver la belleza
- hasta en los días feos,
y si puedes nutrir tu vida desde la presencia de Dios.
Quiero saber si puedes vivir con fallas, tuyas y mías, y todavía pararte en la orilla del lago
- y gritar a la luna llena plateada… ¡Si!
No me interesa saber dónde vives,
- ni cuánto dinero tienes.
Quiero saber si te puedes parar después
- de una noche de pena y desesperación, y salir adelante.
No me interesa saber quien eres, ni porqué estás aquí. Quiero saber si te puedes parar en el centro
- del fuego conmigo sin encogerte.
No me interesa dónde, qué, o con quién has estado, Quiero saber si te sostienes desde adentro
- cuando todo se cae a tu alrededor.
Quiero saber si puedes estar solo contigo mismo, y si verdaderamente disfrutas la compañía que tienes en tus momentos vacios...
Quiero saber si eres capaz de enamorarte de mí. |
HOY MÁS QUE NUNCA TE NECESITO
Hoy más que nunca te necesito Mírame, a mis ojos mojados llorosos y cansados, traspásame tu brillo y tu gran fuerza. Susúrrame, bajito y al oído palabras que dan tono vital, de cariño infinito, de ángel celestial. Abrázame, sentiré tu presión, me traspasarás vida y fuerza muscular contra el desmayo. Mírame, como a niño pequeño todas tus caricias tus regalos, serán sobrevivir mi pesimismo. Abrígame, del frío que se oculta en rincones del alma y me hace temblar. Acaríciame, sáname con tus manos recórreme despacio, vigoriza mi piel, no dejes rincón en el olvido. Bésame, con dulzura y pasión enciéndeme los labios, hoy han palidecido, están ajados. Ámame, como tú solo sabes, con amor sin controles, sin pausas y sin prisas, y con una sonrisa y todo esto. La mirada, el susurro y las caricias, los abrazos, los mimos y los besos, el abrigo y tu amor... Me has dado el cielo.
Autora : Laura Vera
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