Descubren en Londres el esqueleto de una inmensa ballena cazada hace 300 años
Reuters | Londres
Un equipo de arqueólogos ha descubierto el esqueleto de una gigantesca ballena, que probablemente fue cazada para obtener su carne, huesos y aceite hace 300 años, en la ribera del Támesis del Londres.
Los restos del animal descabezado, pertenecientes a un espécimen de la ahora exótica raza de ballenas francas glaciales, se encontraron sumergidos en el denso lodo de la zona intermareal en Greenwich, un centro marítimo histórico en el este de la capital británica.
"Este es probablemente el mayor objeto que se ha encontrado en una excavación arqueológica en Londres", dijo Francis Grew, curador del Museo de Londres.
"Las ballenas suelen nadar hacia dentro del Támesis, y hay registros históricos de la enorme agitación pública que causaban", agregó.
Los historiadores creen que la criatura, que tendría unos 16 metros de largo, pudo haber encallado en el río en los siglos XVII a XVIII, o posiblemente fue arponeado por uno de los buques cazaballenas que operaban en las cercanías.
Los restos, que pesan media tonelada y miden hasta cuatro metros de ancho, se han mantenido perfectamente por la naturaleza anaeróbica del sedimento.
Expertos dicen que el lugar donde se halló la ballena es inconsistente con un encallamiento natural y que probablemente fue arrastrada por la cola a la ribera para trocearla y extraer su carne.
El aceite de ballena se utilizaba como combustible para luz doméstica, mientras que las barbas de ballena tenían múltiples usos, incluyendo la manufactura de joyería, peines, fusas e inclusos corsés para damas.
Carnicería con garfios
La mayoría de los artículos se fabricaban con la parte delantera del animal, que se encuentra cortada.
Una pieza perdida de las vértebras sugiere que el animal fue herido con un arpón, o que quizá se utilizaron garfios para asegurar el esqueleto tras la carnicería.
Estará en exhibición hasta el 14 de septiembre en la sección sobre puertos del Museo de Londres y luego será llevada al Museo de Historia Natural de Londres para más estudios.
Tim Bradley, de Pre-Construct Archaeology, cuyo equipo avistó por primera vez el hallazgo, dijo que la recuperación de los restos no fue tarea fácil. "Cuando el arqueólogo en el lugar me llamó por teléfono para decir lo que habíamos encontrado pensé que estaba bromeando (...) entre otras cosas, el esqueleto rompió la suspensión de nuestra camioneta", agregó.
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