Te he querido, tu bien lo sabes. Te he querido y te quiero a pesar de ese hilo de luto que me hilvana al filo de la tarde. Y tengo miedo. De la lluvia, del pájaro de nubes, del silencio que llevo conmigo a todas partes. Tengo miedo a la noche, a quedarme encerrada entre alambres del sueño, a la palabra olvido y a tus brazos en forma de barrotes dorados.
Miedo a recorrer la casa y saberla vacía, o a quererte, de nuevo, mucho mejor que antes. No me abandones en esta larga ausencia. Recuerda lo que he sido para ti otros inviernos: el tiempo de querernos indefinidamente, el mar, los barcos que llegaban sin muertos a la orilla, el ruido de las olas al fondo de la casa. Y el viento, recuerda el viento, amor, doblando las esquinas.
Elsa Lopez
("inevitable océano)
1982
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