¡Pobre tonto! ¿No sabes tú que, aunque el viento toque tu cara,tú jamás lo alcanzarás?
Buscabas felicidad,y no supiste encontrarla, o quizás fue que, cuando la tuviste en tus manos, no supiste apreciarlas.
Quisiste coger la luna,y no pudiste alcanzarla, y presuntuoso de ti,la miraste con desprecio, diciendo muy despacito:- tú te lo pierdes, lunita,nunca…nunca…entrarás en mi casa.