El poder sanador de los amigos virtuales
Cuando una pareja se embarca en la misión de ser padres, la dificultad para concretar ese ansiado sueño hace necesario un entorno que contenga y acompañe a transitar circunstancias que pueden ser muy desalentadoras y frustrantes. Pero es un hecho que muchos de los que no viven esa realidad pueden sugerir –aún en su afán por colaborar- consejos tan disímiles e inefectivos como “Cómprense un perro”, “Viajen a la India” o “Trabajan mucho, deberían relajarse un poco”.
“La sensación que muchas parejas experimentan frente a esto es que el mundo se divide en Fértiles vs Infértiles y que se encuentran bastante solos e incomprendidos en la vereda de los infértiles.
Como consecuencia, existen determinados momentos en que el mismo entorno genera la necesidad de aislarse. Aquellas personas con las que se compartieron muchas otras circunstancias de la vida, hoy no tienen la posibilidad de entender lo que se vive y se siente, es como si de repente cambiase el idioma con el que nos comunicamos” afirma la Lic. Claudia Azar, psicóloga del IVI Buenos Aires.
A partir de esto, muchos se atreven a buscar nuevas personas con quien compartir y sentirse entendidos, otros que conocen y transitan por la misma experiencia.
Los pares conocen el dolor, la ilusión, el paso a paso de cada etapa de tratamiento y una cantidad de terminología específica que se desconoce. Sus consejos van de acuerdo a su propia experiencia.
Hoy, la revolución digital de Internet genera nuevos espacios para encontrar y fomentar estos vínculos. La posibilidad de todos de visitar sitios focalizados en sus intereses y necesidades propicia el intercambio y el encuentro con otros, otros que atraviesan las mismas angustias y preocupaciones. De alguna manera, Internet funciona como un amplificador y facilitador para este contacto.
“Con el tiempo, este vínculo virtual puede pasar a la realidad, desde un foro hacia un café, o una llamada telefónica. El alivio llega con la comprensión del par y se construye una verdadera red de sostén, de contactos y amigos con quienes se comparten largas charlas, intimidades, tristezas e ilusiones. Algunos quedarán como amigos de la vida y se continuarán compartiendo experiencias, otros quedan en el recuerdo de haber sido apoyo en un momento difícil de la vida” comenta Azar.
En primera persona
Hace tres años que Andy está buscando un embarazo, realizó varios tratamientos de inseminación artificial y fecundación in vitro “Llegué a los foros a través de las búsquedas de términos que aparecían en los resultados de mis estudios o en la consulta con mi médico. Después me enteré de que todas hacíamos lo mismo al llegar a casa! Abrir el buscador y tipear los términos que nunca habíamos escuchado”.
Es difícil para los amigos de siempre entender los cambios de estado de ánimo que atraviesa la pareja con dificultades para concebir… y difícil para la pareja escuchar consejos que -aunque estén dados con cariño- solo provocan irritación e impotencia, como “relajate y vas a ver que viene solo, lo que pasa es que estás muy pendiente del tema” o el clásico “tengo una amiga que se hizo mil tratamientos y no quedaba, hasta que decidieron adoptar y al toque quedó embarazada”…
“Ahora ni entro a los foros, pero veo muy seguido a mis amigas” cuenta Andy… “Es genial porque puedo hablar del tema con ellas sin tener que explicarles mil veces la diferencia entre una inseminación y un tratamiento de fecundación in vitro o que estoy contenta porque empecé a pincharme todos los días la panza!
Mi marido al principio no aprobaba mucho el tema (y mi médico menos!), le daba desconfianza que contara cosas nuestras en internet; ahora creo que está contento porque el hecho de conocer las experiencias de otras parejas nos ayudó mucho a desdramatizar nuestra propia historia y a seguir adelante con optimismo.
Al final, con las chicas nos la pasamos festejando: El primer pinchazo de una, el positivo de otra, la llegada a la ansiada semana doce de embarazo, la primera eco, la visita de la asistente social de Ruaga, los partos” concluye.
Florencia pasó por cuatro ICSIs en los últimos cinco años, en el cuarto intento llegó el ansiado positivo “Hacía más de un año que venía leyendo foros sobre infertilidad hasta que me animé a contar mi historia.
Conocí un grupo de chicas que estaban en la misma lucha, al poco tiempo de charlar a diario con ellas dejamos el tema principal de lado para abrir nuevas conversaciones sobre nosotras, ya no como futuras madres, sino como mujeres, como hijas, como hermanas, como personas… Dejamos de ser “una historia clínica” para ser una persona con nombre y apellido.
Seguimos intentando torcerle el brazo a la infertilidad pero con el apoyo incondicional del resto, con las palabras justas en los momentos justos, sabiendo lo que le pasa a la otra simplemente por haberlo vivido. Somos 17 y ya hay logrados 9 embarazos”, nos cuenta orgullosa.
Paola está en pleno comienzo de su trámite de adopción “Nunca imaginé que lo más triste que me pasó hasta ahora en la vida me iba a sorprender también de la mejor manera. Hace algo más de cuatro años que con mi marido nos embarcamos en la búsqueda de un hijo. En todo este tiempo hemos conseguido 6 embarazos que se detuvieron.
Cuando uno tiene problemas de infertilidad es muy difícil llevar el tema al campo social y hasta familiar. Los amigos y familiares que nos quieren se angustian ante nuestro sufrimiento y no entienden que uno siga intentando ante tantos fracasos, ahí es cuando uno al no ser comprendido comienza a sentirse solo.
A medida que se iban dando las pérdidas comencé a “investigar” en Internet cuáles podían ser las causas y los posibles tratamientos. En esa búsqueda de respuestas descubrí un foro en el que muchas mujeres con problemas para concebir aportaban sus experiencias.
Al tiempo abrí un blog para contar mi historia. No la historia clínica, sino qué me estaba pasando con mi infertilidad, como incidía en mi pareja, en mi deseo sexual y en mis relaciones Mientras me leían, comencé a seguir a otros blogs de mujeres, a través de una de ellas me integré a un grupo privado que habían armado en Facebook.
Cuando decidí no hacer más tratamientos y llegar a la maternidad por el camino de la adopción, no dejé de ser parte de ese grupo porque tenemos en común lo que cualquier grupo de mujeres: el deseo de compartir nuestras vivencias, salir juntas, ir al shopping, tomar un café y -de paso- hablar de cómo nos hace sentir este tema que ocupa tan intensamente nuestras vidas.
Ximena se hace un espacio entre mamaderas y cambio de pañales para contarnos “Leer a estas nuevas amigas a diario me daba fuerzas y miedos a la vez, me sentía como una mujer “normal” ya que hablábamos el mismo idioma y no hacía falta explicarles demasiado por qué me dormía llorando.
Caminamos juntas durante el tratamiento y fueron sus brazos los que no me dejaron caer, ellas me llenaban de esperanzas cuando sentía que no habría final feliz y cuando el final feliz llegó, entre miedos y dudas ellas estaban ahí, a mi lado, felices por mi felicidad y ni siquiera sabían cómo me llamaba en realidad.
Estuvieron conmigo cuando me enteré que íbamos a ser una familia múltiple, cuando supimos los sexos de los bebes, cuando mi panza crecía y al otro día de dar a luz. Me acompañaron cada uno de los 49 días en los que mis hijos estuvieron internados y ellas están acá, al lado mío cuando las necesito para cambiar un pañal o dar una mamadera”, relata emocionada.
Estar atentos
“Es sorprendente ver cómo ha crecido Internet en los últimos años y cuántos aportes hace a la comunidad”, señala Fernando Neuspiller, Director de IVI Bs As. “La gente ha cambiado su manera de comunicarse y se han generado nuevos tipos de relación gracias a la web”
Es bastante frecuente en la práctica de cualquier persona que, frente a una duda, recurra a un buscador e “investigue” el tema. Quizás el lado negativo sea que esta nueva manera de comunicarse está teñida de subjetividades personales, sobre todo en los foros.
“Es sorprendente ver cómo mujeres que sufren alguna dolencia recomiendan tal o cual tratamiento a otra persona que no conocen. Se puede comprender la aflicción que sufren algunas parejas cuando su tratamiento de infertilidad no da el resultado esperado, y es entendible también la necesidad de información que tienen, lo que no es aceptable, es que sigan la recomendación médica de una persona que no es médica respecto a alguna supuesta patología”
Según el especialista, es frecuente recibir a pacientes en la consulta sugiriendo que creen que tienen un problema porque una amiga (de un foro de la cual no conocen su nombre real solo su Nick) que “sabe mucho sobre infertilidad” porque ha realizado un tratamiento, se los diagnosticó.
“En mi opinión personal la web es una herramienta genial, nos brinda muchísima información, de la buena y de la mala, somos nosotros quienes debemos usarla de manera responsable” concluye Neuspiller.