LA APARIENCIA
Y un día vieron salir a Quetzacóatl del jacal
donde vivía una mujer de mala fama.
Y una mujer del pueblo le dijo:
¿Por qué pisas las casas donde se
comercia con el pecado y pululan los vicios?
Y El le respondió:
Mujer, más vicio y pecado hay en tu lengua
y en tu pensamiento que en esta casa,
porque antes de saber nada pensaste lo peor,
y antes que se acabe el día lo habrás
transmitido a toda Tula.
Cuídate de ti misma y aprende a perdonar.
Debes saber que muchas
tierras cubiertas de escarcha,
cuando viene el sol y la disipa son
maravillosas para la siembra.
Y otras, que parecen muy buenas y
frondosas, apenas se escarba un poco,
ves que lo único que las mantiene
es la humedad de la apariencia.
¡Cuántos seres hay que por no hablarles
con el corazón se cubrieron de dudas
y por no atraerlos, se alejaron!
¡Cuántos hay que pidieron
a sus puertas comprensión y
les dieron una golpiza!
No quieran eliminar sus pecados
de conciencia alejando a los pecadores.
Rectifiquen sus conciencias
y verán que nunca existieron.
Pero es muy cómodo buscar siempre
a alguien a quien echar en cara algo,
que nunca tuvieron valor para reconocer
y rectificar en ustedes mismos.
DEL LIBRO: ASÍ HABLABA QUETZACOATL