Acaricia mi cuerpo la idea
de estrecharte a mi corazón, Entregarme a estos deseos, caricias del alma al cuerpo, Que se reclama a la hora de la dulce entrega. Engreírnos en este dulce amar sin final. Sentir que la vida es poesía.
Besos de miel, corazones suspirantes. Deslizar mi mano, carne limpia de primavera. Por tu bello rostro, cautivarte embelesarte, Con el sentir que desbordara, los poros de mi piel. Besarte una mil veces.
Jugar con la luz de tus cristales, miel dulce girasol, Mirándote inspirarme, apasionarme. Sentir nuestros halitos, flores bálsamos de amores. Acariciar tus frescos cabellos, suaves resuellos, Cabellos dulce hilos de oro, Mimoso algodón de vicuña.
Arte melodía del alma, desbordada a la sinfonía, Luz de los cuerpos. Clarividentes clarines, rimas sueltas. Esparce las hojas melosos, romances del alma, Entrega perfecta.
La vida entera de mi piel, para amarte. La sangre ardiente, luna roja que tengo en las venas. Amándote cada segundo, minuto hora. Entregada a ti cada día, aun en la distancia. Mi amor, cielo bruno fondo plagado, De estrellas las estelas de mis manos.
La magia de este sentimiento besando tus labios. Mis manos para acariciarte todas las noches, Llenarte de mil caricias, inventos genuinos.
En este sentir, latir estoy entregada a ti, En cada deseo palabras de mi alma, cuerpo y mente. Anido tantas caricias en mi piel en mis manos, En mi pecho para amarnos siempre, cobijarnos. Voy a ti, vienes cariño.
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