Aprendo a callar, pues callando
escucho mas, y mi boca no tapa
el murmullo, de aquel que jamás
sabrá, que la prueba no ha sido
para él, sino, para aquél que
sabe escuchar.
Mas que decir, mas que odiar y
señalar, la propia mano que te
señala, por eso... mejor hacer,
mejor amar, sin importar cuanto
entendamos de todo esto,
esperando, que algún día puedas
saborear, lo que aprendido
cuesta... fácil es perderlo, lo que
te ha costado tanto... llegar.
Cuando entendamos el
dispositivo que tiene la creación
como elemento de evolución,
sabremos en obra lo que
deberemos hacer
consecutivamente, ello es lo que
nos llevará al éxito, sin importar
lo que circule en rededor, no
siendo presa fácil de las
criaturas que crean las mentes
perversas.
asi conscientes de los planos,
nuestra maestría de individuo
naturaleza, Dios se manifiesta en
ti, como sabia de luz blanca
dorada, por tus venas etéreas, y
te conviertes para ser; para que,
sin entender entendamos, y de
puja en fricción y tiempo, del
despertar, el propio diamante
humano, de amaneceres en el yo
superior, elevando en
pensamientos hacia el eterno,
para ver la maravilla de su
creación.
Y su amor... hacia ti. |