FELIZ DOMINGO - EL RECUERDO DE MI SUEÑO

Dios nunca nos abandona

La novelista Pearl S. Buck, ganadora del premio Pulitzer y el Nobel de Literatura por su libro “La Buena Tierra”, tenía una hija que padecía de un severo retraso mental.

En su libro “El niño que nunca creció”, ella toma como modelo a su hija, y expresa sus sentimientos diciendo: “Quizás sea mejor que Carol muriera.

Porque con la muerte se acaba todo.

Eso la haría más feliz a ella.

Es inexplicable cuán grande fue la expectativa y la desilusión, el dolor que me causó todo este proceso, hasta que le acepté tal como es…”.

Pero la “madre” nunca se rindió con su hija.

“Por mi hija, me he detenido a pensar en la dignidad del hombre.

El hombre no es humano solamente por su coeficiente intelectual. Si no fuera por Carol, yo no hubiera podido salir de la soberbia y el orgullo, y hubiera menospreciado a los más débiles que yo.

Yo me enfrentaré a este mundo, que convirtió a mi hija en una “niña que nunca creció, hasta el final”.

El amor de los padres consiste en no rendirse nunca por su hijo, sea cual fuera la circunstancia.

Esto refleja el amor de Dios.

Escuchamos la voz de Aquél que no rehusó ni sufrir dolor en la cruz.

“Si tan sólo tú puedes vivir y ser salvo, si tú puedes tener esperanza de una vida nueva…”.

Y el Señor tomo Su cruz, y sin decir una palabra, subió al monte Gólgota.

Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí

yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Mateo 28:20