Cuando solo era una niña mi madre siempre decía: A ti te encontré en un cubo de basura, supongo que embroma. Pero a veces pienso, seria verdad. Yo era una niña movida, de las que siempre idean cosas por hacer.
Con solo seis años, hice mi primera obra de teatro, lo pasamos genial,
con ocho años me disfrace igual que unos acróbatas chinos que vimos en Ceuta
y la verdad, hasta mis padres se quedaron alucinados. Pero mi pasión eran los libros y la escritura y hay chocábamos. Mis padres gente humilde y trabajadora no entendían,
que yo quisiera estudiar y ser escritora, me decían: Yo no parí hija al mundo para estudiar, tienes que trabajar. Ni viniendo el director de la academia a casa para hablar con ellos me dejaron
y eso, que me pagaban hasta las becas para los viajes,
pues no hubo manera de convencerles. Así que con solo catorce años, ya estaba yo
trabajando en un taller de costura de abrigos de piel,
fue mi duro, nos turnábamos una o dos horas para poder dormir algo. Pero yo no perdía la esperanza.
En cuanto pude empecé un curso de contabilidad por correspondencia,
después uno sobre arte
y después uno sobre historia, pero claro la suerte nunca estuvo de mi lado
y con solo dieciséis años me quede embarazada y mi vida cambio. Dio un giro de ciento ochenta grados. Perdí mi hijo un hermoso varón,
y aquí sigo, aguantando el tirón, pero siempre pienso. Qué narices abre hecho yo para merecer esto. Pero no me puedo quejar,
puesto que siempre habrá quien este pasándolo peor. Así que desde aquí, desde mi dolor, les mando toda mi fuerza
y todo mi amor, no os derrumbéis os lo pido por favor. ¿Qué quien soy yo? Nadie lo sé. Pero si puedo deciros animo, luchad, sed valientes y ganad la partida,
que mientras yo aquí seguiré y rezare con el corazón.
de la red
|