Nada me garantiza que nos volvamos a ver
desearía abrazarte tan solo una vez.
Desearía creer que volveremos a hablar
que tus ojos verdes me volverán a iluminar,
pero siendo realistas, eso es poco probable,
me tendré que acostumbrar a trabajar
sin preguntarme por tus dudas razonables.
Te echaré de menos.
Si alguna vez no tienes nada mejor que hacer
llámame, podemos quedar para tomar un café.
Y aunque sé que no soy tu ideal de diversión
puede ser agradable hablar de tiempos de ilusión.
No olvides que en mí siempre tendrás,
además de una mente con la que razonar
una verdadera amiga leal.