de encontrar el amor, tengo esperanzas que nuestras charlas sean lluvia fresca y sol ardiente. Urgencia de crecer. Y en miríada de flores nuestras palabras se dispersen, vuelen al azar sin prisa, y acaricien con su roce, como mariposas leves.
También tengo la esperanza en la semilla luego de la flor, certeza de amor fecundo. Nueva vida renaciendo una vez... y otra más.
Amor universal y permanente, que une almas y simiente sol y lluvias, tierra y fuerza conspirando para unirse, renovando aquellas flores: palabras dulces, miradas tiernas, y de nuevo una semilla, para volver a originarse.
Por estas cosas simples, tengo toda la esperanza en vos.