Esta festividad toma la fecha del 21 de diciembre,
día en que la Tierra entra en el Solsticio
de Invierno, es decir, cuando el planeta
se encuentra en el punto más lejano de su órbita
respecto al sol; es la ocasión propicia para
que, entre las diez y unos minutos pasada la
medianoche (según el año) el Espíritu de la
Navidad baje a la tierra y visite a los hombres
de buena voluntad que le dan la bienvenida,
recibimiento que se retribuye con abundancia,
paz y amor para los próximos doce meses.