Las cosas que se vanLas cosas que se van abren senderos por donde parte de mi ser se aleja; las hice mías al llegar, madeja que en torno al alma devanó, veleros
por mis rutas mentales viajeros, fervor que piel y espiritu empareja; cada una en parte mi inquietud refleja, y a cada una dirijo mis esmeros.
Las cosas vienen, y en la sangre inscriben nombres, relieves, fechas, que perciben, sólo en la soledad, los elegidos;
quienes supieron aceptarlas, puras, o voluptuosas, o a la luz, o a oscuras, y que al perderlas se veran perdidos.
Francisco Alvarez Hidalgo
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